viernes, 24 de octubre de 2014

LOS FRACASOS DE ESTRATEGIAS EMPRESARIALES MAS NOTABLES

Aunque en nuestra cultura el FRACASO no está del todo bien visto, en Estados Unidos los errores empresariales son un paso más dentro de la trayectoria de los emprendedores. Precisamente es así como se deben ver para no desmotivarse y salir reforzados. Pero antes de que cometamos los mismos fallos que otros, vamos a ver algunas de las historias más sonadas y cuáles fueron sus puntos débiles.

Para hacer este repaso a algunos de los casos empresariales que peor suerte tuvieron, hemos analizado diferentes compañías de diversos sectores que cometieron en su momento errores de diferente calado; no escucharon a los consumidores, no tenían un plan de negocio sostenible o simplemente la sociedad no estaba preparada para dar paso a esta idea empresarial.

Enron
Surgido como uno de los imperios del mundo eléctrico y del gas natural, en 2001 está compañía, que tenía más de 22.000 empleados, se declaró en quiebra porque sus cuentas simplemente fueron un fraude. Pese a ser una empresa modélica a ojos del mundo, los números no cuadraban y el mercado tuvo que imponer su ley. Con este caso podemos ver el primer error; no importa lo bien que parezca que nos vaya sino lo bien que nos va. Está claro que la imagen corporativa es muy importante, sin embargo, siempre hay que tener muy presente que las cuentas son al final el triunfo o fracaso de nuestro negocio.

Webvan
Otro sonado caso fue el de Webvan. Esta empresa dedicada al sector de la alimentación pecó de optimista al hacer las previsiones de ventas. Precisamente por ello, en poco más de un año y medio adquirió 375 millones de dólares en una IPO (Initial Public Offering, o en español oferta publica de venta) y se hizo con una base de infraestructuras que no pudo sostener. De aquí podemos sacar el segundo asunto a tener en cuenta. En los negocios hay muchos principios básicos pero, entre ellos, siempre tiene que estar el realismo y la precaución. No podemos creer que somos los amos del mundo pese a que nuestra idea sea genial sino que tenemos que ir labrando poco a poco y ver cómo reacciona el mercado. En base a ello comenzaremos a crecer o cambiar de estrategia.

Boo.com
Esta compañía británica que quería vender accesorios y ropa de marca por Internet también fue una pionera en su tiempo y quizás sus ansias por atraer a los internautas fue su mayor descuido. El negocio supuso una gran inversión de 165 millones de dólares que pretendía vender a nivel mundial soportando los gastos de envío para potenciar las ventas. Ahí comenzó su declive económico que, pese a que todavía sigue en pie, le ha llevado a perder más de 150 millones de dólares desde el año 2000.

Napster
Uno de los hitos en los primeros tiempos de Internet fue Napster. Esta 
empresa fue la pionera en el uso de las redes P2P y quizás este fue su gran error y acierto al mismo tiempo. A las discográficas no les gustó nada que permitiera compartir archivos mp3, llevaron a Napster a juicio y la prohibición de distribuir archivos con copyright le llevo a declararse en bancarrota en 2002. 
En este caso podemos decir que su éxito se convirtió en su mayor enemigo. Su error no fue el plan de negocio o las incrédulas expectativas de crecimiento sino que quizás su mayor equívoco fue adelantarse a los tiempos, algo que difícilmente se puede evitar y más aún cuando la idea sienta las bases de futuras empresas.

Lehman Brothers
Esta conocida empresa estadounidense de servicios financieros representa el icono del fracaso empresarial por la crisis actual. Lehman Brothers se declaró en quiebra después de invertir en activos subprime que realmente nunca fueron devueltos y les llevaron a soportar una cantidad ingente de impagos que no pudieron soportar. Y aquí está el error que cometieron muchas empresas y que ayudó a que el panorama económico actual sea el que es: la confianza en un mercado en el que nunca va a pasar nada quizás es uno de los peores indicios que cualquier empresario y/o emprendedor puede tener. Como comentábamos antes siempre hay que será cauteloso y pisar sobre tierra firme para evitar estas caídas.

Agfa
Aunque todavía sigue en marcha, no queríamos dejar de tener en cuenta para hablar de otro de los posibles errores o más bien evoluciones empresariales. En el caso de Agfa, una de las compañías fotográficas más grandes del siglo XIX, su mayor “fallo” ha sido el paso del tiempo. Pese a tener la mejor óptica del mundo, su política de adquisiciones para salvar la quiebra y la digitalización en su sector le han hecho demasiado daño como para aventurar un futuro brillante. Con este caso podemos sacar otra conclusión: nuestra empresa no está en un mundo solitario, el mercado y las tendencias la llevan al crecimiento o a la caída y en la mayoría de los casos, la única solución es adaptarse a los tiempos y establecer nuevas estrategias con todo el expertise empresarial aprendido.

Coca-Cola (New Coke)
En este caso no vamos a hablar de una empresa propiamente en sí sino de un producto lanzado por la empresa de refrescos más famosos en todo el mundo. Es el caso de la New Coke de Coca-Cola, una nueva bebida que desató la ira de los consumidores en 1985 porque pretendía ser el reemplazo de la tradicional Coca-Cola. Más de 40.000 clientes mostraron su ira e incluso el mismo Fidel Castro habló de caída del capitalismo con este cambio. “No permitir que otras empresas definan tu estrategia”. La de Coca-Cola es uno de los errores más recordados en el mundo de los negocios. En 1985 se dejaron llevar por el éxito que obtuvo su competidor Pepsi en el público y presentaron una fórmula distinta. Esta "nueva" Coca-Cola no tuvo una buena recepción y los consumidores reclamaron porque regresara la bebida original. Por supuesto la empresa tuvo que desestimar la idea después de 3 meses duros llenos de críticas y anunciar el relanzamiento de Coca-Cola Classic, un acontecimiento que se vivió en Estados Unidos como una fiesta nacional.
De aquí podemos sacar una clara conclusión: la premisa de que el cliente siempre tiene la razón es tan fuerte que no debemos dejar de escucharla. Coca-Cola estuvo a punto de dar un paso en falso que borraría su espléndida trayectoria empresarial. No obstante, supo rectificar a tiempo y compensar a sus millones de fieles. Un error convertido en acierto y en una campaña de marketing y publicidad gratuita para la marca.

Netscape
Jamás descuidar la esencia de la empresa. Netscape creó uno de los primero  más populares navegadores de Internet. Si bien mirar hacia adelante suele ser una cualidad, todos los extremos son malos: la obsesión de la compañía por ir más allá la llevó a invertir en otros proyectos y dejar de lado el navegador. Mark Andreesen, fundador de Netscape, ha denominado "el error de los mil millones de dólares" el haber ignorado la oportunidad que tuvo en sus manos.

Kmart
No tratar de hacerlo todo, ya que confundirá a los consumidores. Kmart fue la primera cadena de retail de descuentos en Estados Unidos y tuvo gran éxito. Pero intentó llegar también a un público con mayor poder adquisitivo. A partir de 2000, intentó concentró en dos cosas: los precios -el objetivo de su competidor Wal-Mart- y la diferenciación -la apuesta del otro adversario, Target-. Sin embargo, no le resultó. Los consumidores terminaron confundidos, la marca perdió popularidad y Kmart se declaró en bancarrota en 2002.

Hewlett Packard
Preocuparse más de la marca de la empresa que de la marca personal. Cuando Carly Fiorina (empresaria estadounidense) llegó a trabajar a Hewlett Packard era tratada casi como una celebridad. Hizo cambios que lograron satisfacer más sus intereses personales que los de la empresa. Al ser una persona pública, pasaba mucho tiempo fuera de la oficina dando discursos o participando de seminarios, descuidando la propia empresa. El ego personal ocasionó problemas financieros a la firma.

Richard Branson
En los negocios de Richard Branson (es un magnate de negocios inglés; conocido por su marca Virgin, con más de 360 empresas que forman Virgin Group) siempre están fluyendo nuevas ideas, de modo que cuando se decida por alguna no deba conformarse con lo primero que se le ocurra. Para esto el magnate aconseja definir la compañía según las necesidades y los valores, en vez de los productos; salir a buscar oportunidades constantemente y no tomarlas solo porque se presenten fácilmente; asegurarse que las decisiones sean coherentes con las estrategias.

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