¿POR QUÉ JOHNNY LINDLEY APROBÓ VENTA DE INCA KOLA A
COCA COLA?
En
mis revistas encontré esta entrevista, que estoy seguro les interesará.
El
dueño de CORPORACION LINDLEY habló
con El Comercio de sus inicios y el
éxito de la bebida de sabor nacional.
MILAGROS LEIVA
(Entrevista publicada en El Comercio el 14 / 11 / 2010)
(Entrevista publicada en El Comercio el 14 / 11 / 2010)
No cree ser un
hombre poderoso. Tímido, humilde y sobre todo apasionado, este empresario que
creyó en EL SABOR PERUANO mucho
antes del 'boom' gastronómico de los últimos años está convencido de que el
Perú es un paraíso para invertir. Este es el pensamiento de Johnny Lindley.
¿Si los peruanos aman Inca Kola y usted es el dueño, estoy
frente a uno de los hombres más poderosos del Perú?
Yo no me siento poderoso. Yo tenía 5 años cuando
nació la bebida y, por supuesto, me siento identificado como todos los
peruanos.
¿Usted era un niño travieso?
No, recuerda que
pertenezco a una familia británica que tenía reglas. Recuerdo que a los 5 años
mi padre me decía: acompáñame a contar en el camión, y allí iba yo. Mi obsesión
de niño era manejar camiones, eso quería: repartir.
¿Y manejó camiones?
¡Claro! Yo comencé a repartir cuando salí del
colegio. A los 18 años ya manejaba por todo Surquillo y Barranco, también iba a
La Punta. Era una pelea para conseguir clientes y yo ofrecía.
Entonces comenzó de abajo...
Toda la familia hizo lo mismo, esto es nuestra
escuela, nuestra universidad, nuestra pasión. El esfuerzo era artesanal,
recuerda que ni siquiera había refrigeración. Antes era otro mundo.
¿En estos años cuál es el invento que más lo ha
sorprendido?
Un cúmulo de cosas. Yo recuerdo que de chico Dick
Tracy tenía un reloj y hablaba por radio, luego llegó James Bond con su auto y
sus cosas increíbles y ahora mira todo lo que tiene un celular. Es
impresionante la tecnología.
¿Y cómo hicieron para sobrevivir? Muchas familias se
quitan los ojos por dinero...
Dios mediante, hemos llegado a los cien años con la
familia siempre unida y con la divisa que alguna vez puso mi padre: hacer las
cosas bien, portarse bien y quererse siempre. Son principios elementales que
seguimos. Lo tenemos en la sangre y los trabajadores son nuestra familia.
¿Qué solía decir su padre?
Que todos somos iguales, que todos debemos
respetarnos y ayudarnos. Esa era la consigna y no había cómo mandarse la parte
porque todos ponían el hombro. No se debe abusar del dominio, nunca. Respetos
guardan respetos, esa es mi norma.
¿Acepta opiniones en contra?
Todo el día, es bueno discutir. Los errores te
enseñan a escuchar.
¿Fue un error vender sus acciones a Coca-Cola?
Esa es una interpretación errónea que fue
manipulada de manera interesada. Esto es una sociedad estratégica, significó
asociarse con el primer productor de gaseosas del mundo que antes nadie
consiguió. Inca Kola era nuestro bien heredado y pensamos: ¿quién podría
tenerla segura para toda la vida? Coca-Cola, que es quien tiene la bebida
número uno del mundo. Lo logramos. El rey del mundo nos pidió ser socios, y
esto no se ha repetido.
Entonces el 50% es suyo y el otro 50 % de Coca-Cola...
No, ellos tienen cerca de 40%, nosotros más de 50%;
y el resto, familiares y otras empresas.
La negociación duró tres años.
Sí, y aceptaron nuestros planteamientos. Para
tranquilizar nuestras dudas entrevistamos a todos los peruanos que pudimos para
saber qué les parecía la alianza con Coca-Cola. El resultado fue que lo
merecíamos.
¿Usted le ha dado su fórmula secreta a Coca-Cola?
Exacto, ¿en qué mejores manos podría estar?
Teníamos que pensar en el mañana. Coca-Cola tiene 125 años y sigue viviendo,
nosotros cumplimos este año 75, era lo mejor que podíamos hacer. Era poner lo
más valioso que teníamos en las manos más seguras del mundo. Peleamos bien
desde el principio y todo lo que ha venido después son imitaciones, tanto de
Coca-Cola como de Inca Kola, lo que han hecho después es básicamente imitar.
Cuénteme el secreto...
El secreto es que el sabor no se puede identificar,
es amarillo por el oro del Perú, pero su sabor no se puede descifrar. Si te
gusta o no te gusta, es otro tema.
Entonces no me dirá la receta.
Lo importante es que te guste y si te gusta ya
tienes tu receta.
¿Por qué Coca-Cola no logró vencer a Inca Kola?
Nosotros aprendimos de ellos a manejar el mercado,
fuimos avanzando con el tiempo y no podemos negarlo: Coca-Cola fue la escuela.
Lo otro fue nuestro sabor. Yo no sé jamonearme, pero sí puedo decir que la
construcción de la marca a través de la publicidad tuvo un gran impacto.
¿A quién se le ocurrió la frase "Bebida de sabor
nacional"?
Fue un grupito que desarrolló...
No sea tan humilde, pues. Cuénteme cómo se le ocurrió...
No, pues, siempre hemos trabajado juntos, yo
pensaba cómo acuñar una frase. La que tengo grabada para toda la vida es:
"Inca Kola solo hay una y no se parece a ninguna". Eso se cumplió.
Conseguida su propia imagen jugamos con el sabor nacional porque la bebida va
con todas las comidas.
Y si hoy lo rapto y nos vamos a almorzar, ¿qué comemos?
Tendríamos que ir con la enfermera, ja, ja, ja. Te
cuento una anécdota de almuerzos. Cuando recién empezamos nosotros íbamos a los
restaurantes, éramos como 12 personas y siempre pedíamos los mejores platos,
luego pedíamos Inca Kola para tomar y si no había nos retirábamos, al poco rato
venía un vendedor nuestro y ofrecía la bebida, por supuesto que la compraban.
Lo hicimos muchas veces, era una forma de hacer crecer la demanda. Los mozos
nos adoraban...
¿Y ahora qué toma: Inca Kola normal o diet?
Nunca tomé bebida de dieta de nadie, pero cuando
sacamos la nuestra probé. Recuerdo que Gastón me dijo que Inca Kola diet sí era
una verdadera light porque no había cambiado el sabor. Demoramos cinco años en
llegar al sabor, no nos apuramos hasta lograrlo, no queríamos que dejara ese
residuo que hay en las otras.
Entonces no le importa demorar hasta lograr lo que quiere.
Es que uno debe sentir que las cosas están bien
antes de arriesgarse. No debes apurarte.
¿Por qué cree que lograron meterse en el corazón de los
peruanos?
Porque supimos comunicar que nos sentíamos parte
del país. En las épocas del terrorismo decíamos que Inca Kola era el sabor que
nos une, dábamos ánimos; cuando pasaron los tiempos del dolor era el sabor de
la alegría, era la fiesta. Frente a las imitaciones comunicamos que Inca Kola
es el sabor peruano, siempre hicimos esa distinción, siempre nos sentimos
orgullosos del Perú.
Usted, mucho antes del 'boom' gastronómico, se
enorgulleció de la comida peruana...
Siempre me gustó la comida peruana; además queríamos
encontrar un canal que todos asociáramos, sentíamos que éramos un sabor cuyo
valor era el Perú.
Usted tiene 80 años, Inca Kola cumple 75, su corporación
100, ¿cómo ha visto al Perú?
Creo que hoy todos los países son optimistas con su
desarrollo, pero el Perú ha demostrado que soportó mejor que nadie la crisis,
somos un ejemplo. Los peruanos somos muy trabajadores, nos gusta crecer, yo lo
veo. En el país hay gente muy emprendedora y si nos hemos mantenido cien años
es por la gente trabajadora; eso agradecemos. Yo creo en el Perú, hemos peleado
por avanzar y en eso seguimos.
¿Alguna vez se ha sentido dueño del mundo?
Mi primera mirada en el espejo cada mañana es la
misma: siempre me digo que no soy nada, que debo seguir trabajando, que soy
como todas las personas. Si me creyera el mejor, seguro que me botan de la
empresa. Tenemos tres mil trabajadores que no saben de posturas ni complejos.
Un empresario tiene que respetar a su colaborador, y no es una pose, es un
valor que debe primar.
Hay gente que se marea con el poder y el dinero...
Solo te puedo decir que aquí nací, que aquí vengo
todos los días, ¿cómo me olvido de eso?, ¿cómo me vuelvo diferente? No hay
forma. Hay gente que sin tener nada es muy soberbia e imagino que son genes o
cosas aprendidas.
Dicen que usted es tímido.
La timidez podríamos catalogarla de dos modos, una
es no existir, la otra es no buscar sobresalir, yo pertenezco a la segunda.
¿Qué le aconseja a un joven que sueña con triunfar?
Le diría que defina bien su sueño porque hay muchas
oportunidades y el ritmo es muy fuerte. Que piense con mucho detenimiento lo
que quiere hacer porque cualquier cosa que elija tendrá competencia y para eso
hay que aprender y trabajar duro. El que más se prepara es el que más opciones
tiene, por eso hoy son imprescindibles educación y tecnología. Y lo más
importante: para emprender algo hay que saber que se puede triunfar. Querer
triunfar, ese es el tema.
¿A qué parte del Perú todavía no ha llegado?
Al Ángel.
Ja, ja, ja, ja, ¿al cementerio?
Ja, ja, ja. Hemos llegado a todo el Perú, pero
también entendemos que hay bebidas regionales. Queremos crecer más y ese es
nuestro objetivo actual. No es fácil llegar a las provincias recónditas. El
Perú es un paraíso para invertir.
Maruja, su hermana (*), ¿ella delegó todo en usted?
Noooooooo, ella tiene su familia, sus hijos, ella
trabajó mucho.
¿No le dijo hazme millonaria?
Ja, ja, ja, noooooo, qué bah. Tampoco, tampoco, si
me decía eso le hubiera dicho que trabaje y no se confíe mucho. Ella estuvo muy
comprometida. Yo no entiendo a la mujer que no trabaja, no entiendo a la gente
que no hace nada. Y mira, hoy dos mujeres intentan ser presidenta del Perú.
¿En qué cree Johnny Lindley?
En lo más elemental: creo que hay un Dios y que uno
puede refugiarse en él. Cuando me levanto, lo primero que hago es pedirle
energía, que todo salga bien durante el día. Todos, lo digamos o no, sentimos
lo mismo: queremos que nos vaya bien.
¿Y qué le molesta?
No tengo rencores ni resentimientos porque si
mantienes la incomodidad te envenenas el alma innecesariamente. Si piensas
siempre tener la razón, se complican las cosas.
¿Nada le molesta?
Allí es cuando me miro otra vez al espejo, cuando
pienso que algo me molesta de los otros me miro para ver si yo no he caído en
lo mismo. El espejo siempre te dice cómo estás. Uno puede tropezar, pero hay
que saber salir.
Esta entrevista será leída por miles de peruanos que han
probado su bebida, ¿quiere decirles algo?
Solo quiero decir que estamos en un gran país, que
tenemos que aprovechar las oportunidades. Nuestro principal deber es que el
Perú avance.
(*) Su hermana Maruja falleció dos días después de la
entrevista.
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